Chinches en la prisión

¿Cómo se produce una infestación en un centro penitenciario?

Las chin­ches tam­bién pue­den pro­pa­garse en cen­tros de deten­ción. Los reclusos recién ingres­ados pue­den intro­du­cir­las, al igu­al que los obje­tos usa­dos o incluso las dona­cio­nes. Las con­di­cio­nes a menu­do est­rechas ofre­cen a los pará­si­tos much­as posi­bil­ida­des de escon­di­te. Una vez den­tro de la instal­a­ción, las chin­ches se pro­pa­gan rápi­da­men­te a las habit­a­cio­nes con­ti­gu­as y a las zonas comu­nes.

¿Cómo se detectan las chinches en un centro penitenciario?

Las cel­das y las zonas comu­nes ofre­cen muchos escon­di­tes para las chin­ches; en espa­ci­os redu­ci­dos y con pocas opcio­nes de reti­ra­da, la infesta­ción se detec­ta rápi­da­men­te:

Pica­du­ras

Que­jas rei­teradas de los reclusos sob­re pico­res o reac­cio­nes cutá­ne­as.

Ras­tros

Las man­chas en colcho­nes, ropa o cer­ca de las pare­des indi­can una infesta­ción.

Escon­di­tes

Las grie­tas en camas, arma­ri­os o con­tra­ven­ta­nas son luga­res de refu­gio popu­la­res.

Trans­por­te

Los nue­vos reclusos o visi­tan­tes pue­den intro­du­cir chin­ches sin dar­se cuen­ta.

Las inspeccio­nes visua­les peri­ó­di­cas y las vías de noti­fi­ca­ción cla­ras faci­li­tan una reac­ción rápi­da. Las ron­das de con­trol y los comen­ta­ri­os del per­so­nal son fuen­tes de infor­mación cen­tra­les.

¿Qué consecuencias tiene una infestación en un centro penitenciario?

Una infesta­ción de chin­ches tiene diver­sas con­se­cuen­ci­as rele­van­tes para la segu­ri­dad:

Estrés y agit­a­ción

Las pica­du­ras y el mie­do a la pro­pa­ga­ción pue­den fomen­tar los con­flic­tos, lo que pro­vo­ca estrés prác­ti­co y psi­coló­gi­co para todos los impli­ca­dos.

Segu­ri­dad

Los cam­bi­os de cel­da o los rea­lo­ja­mi­ent­os fre­cuen­tes per­tur­ban el orden­a­do cum­pli­mi­en­to de la pena.

Higie­ne

Una infesta­ción se con­side­ra una defi­ci­en­cia, con posi­bles con­se­cuen­ci­as lega­les.

Per­so­nal

Mayor esfuer­zo en lim­pie­za, logí­sti­ca y comu­ni­ca­ción.

Una actu­ación dis­creta y efi­caz man­tiene el orden en el sen­si­ble ámbi­to de la jus­ti­cia.

Thermo-bug® como solución eficaz para centros penitenciarios

Ther­mo-bug® es ide­al para instal­a­cio­nes sen­si­bles como las pri­sio­nes: nues­tro tra­ta­mi­en­to térmi­co se rea­li­za sin el uso de pro­duc­tos quí­mi­cos, por lo que no qued­an sus­tanci­as tóxi­cas en las salas de deten­ción. Los cal­e­fac­to­res fun­cio­n­an de for­ma casi silen­cio­sa y ape­n­as per­tur­ban el fun­cio­na­mi­en­to de la pri­sión. En pocas horas, todas las chin­ches y otros pará­si­tos son eli­mi­na­dos de for­ma fia­ble, y las habit­a­cio­nes sue­len poder vol­ver a ocu­p­ar­se al poco tiem­po.

Una gran ven­ta­ja: con el tra­ta­mi­en­to térmi­co no es nece­sa­rio desa­lo­jar por com­ple­to las habit­a­cio­nes o los pas­il­los; es posi­ble seguir uti­liz­an­do el entor­no. Dado que tam­bién se eli­mi­nan todas las fases de las chin­ches en camas, tapi­ce­rí­as o aber­tu­ras de ven­til­a­ción, Ther­mo-bug® crea con­di­cio­nes de deten­ción lim­pi­as y segu­ras.