Control de plagas en residencias de ancianos

¿Cómo se produce una infestación en una residencia de ancianos?

Las resi­den­ci­as de ancia­nos son un entor­no de ries­go debi­do a la gran can­ti­dad de nue­vos resi­den­tes y visi­tan­tes: a las chin­ches les gus­ta via­jar. Es posi­ble que los nue­vos resi­den­tes trai­gan con­si­go obje­tos per­so­na­les infesta­dos. En los via­jes com­part­idos, las salas comu­nes y las habit­a­cio­nes com­part­idas, una vez que se intro­du­ce una infesta­ción, pue­de pro­pa­garse rápi­da­men­te. Tam­bién los mueb­les usa­dos o los artí­cu­los de deco­ra­ción de los mer­ca­dil­los bené­fi­cos pue­den con­te­ner chin­ches.

¿Cómo se detectan las chinches en un entorno asistencial?

Las chin­ches a menu­do per­ma­necen sin ser detec­ta­das duran­te mucho tiem­po: las típi­cas pica­du­ras rojas y las ron­chas que pican pue­den des­car­tar­se ini­cial­men­te en las per­so­nas mayo­res como una “aler­gia inex­pli­ca­ble” o irrit­a­ción de la piel. Por lo tan­to, es espe­cial­men­te importan­te que el per­so­nal de enfer­me­ría esté capa­ci­ta­do para reco­no­cer una infesta­ción tem­pra­na:

Reac­cio­nes

El picor, el enro­je­ci­mi­en­to de la piel o los trastor­nos del sue­ño en los resi­den­tes son posi­bles seña­les de adver­ten­cia.

Ras­tros

Las man­chas de sang­re, los res­tos de excre­ment­os o las mudas de piel en la ropa de cama y la ropa dan pis­tas.

Olor

Un olor dul­zón des­agra­da­ble pue­de indi­car una infesta­ción mayor.

Escon­di­tes

A menu­do ocul­tas en las grie­tas de las camas, los mueb­les tapiz­ados o deba­jo de las mesi­tas de noche.

Obser­va­ción

Los resi­den­tes a menu­do no se expres­an por sí mis­mos, por lo que los cui­d­ado­res deben estar atent­os.

Los con­tro­les peri­ód­icos en la sala de estar y el dor­mi­t­orio son esen­cia­les para la detección tem­pra­na.

¿Qué consecuencias tiene una infestación de chinches para los hoteles?

Una infesta­ción de chin­ches tiene un impac­to direc­to en el bie­ne­star, la higie­ne y la con­fi­anza de los fami­lia­res.

Bie­ne­star insu­fi­ci­en­te de los resi­den­tes

Pue­den pro­du­cir­se inquietud, picor o incluso infla­mación de la piel.

Malas prác­ti­cas de cui­d­ado

Una infesta­ción de pla­g­as se per­ci­be rápi­da­men­te como una negli­gen­cia en el cui­d­ado.

Pérdi­da de con­fi­anza y daños en la ima­gen

Las dudas sob­re la aten­ción con­du­cen a la insa­tis­fac­ción o al deseo de cam­bi­ar de resi­den­cia. Los titu­la­res nega­tivos, si los fami­lia­res infor­man de la pre­sen­cia de chin­ches, pue­den dañar la reput­a­ción de la resi­den­cia.

Inter­rup­ción del flu­jo de tra­ba­jo

Car­ga adi­cio­nal para el per­so­nal debi­do a la lim­pie­za, la coor­di­nación y la comu­ni­ca­ción.

Thermo-bug® como solución adecuada para residencias de ancianos

Pre­ci­sa­men­te en las resi­den­ci­as de ancia­nos es importan­te tra­tar de for­ma segu­ra y lim­pia. Ther­mo-bug® cum­p­le estos requi­si­tos de for­ma ópti­ma: el tra­ta­mi­en­to con aire cali­en­te sin pro­duc­tos quí­mi­cos evi­ta los insec­ti­ci­das tóxi­cos en las habit­a­cio­nes de per­so­nas inmu­n­ode­pri­mi­das. Gra­ci­as a la inten­sa tem­pe­ra­tura ambi­en­te, todas las chin­ches se destruy­en de for­ma fia­ble y la habit­a­ción pue­de vol­ver a uti­li­zar­se rápi­da­men­te.

Los resi­den­tes de edad avanzada no tie­nen que ser reu­bica­dos duran­te mucho tiem­po y no se pro­du­cen olo­res pro­ble­má­ti­cos. Los apa­ra­tos fun­cio­n­an de for­ma silen­cio­sa, lo que supo­ne una gran ven­ta­ja en los cen­tros cen­tra­dos en la nece­si­dad de tran­quil­idad, y ade­más son dis­cre­tos, lo que evi­ta bro­tes de páni­co inne­ce­sa­ri­os que dañan la reput­a­ción. En gene­ral, Ther­mo-bug® per­mi­te un con­trol de pla­g­as pro­fe­sio­nal en el que los resi­den­tes y el per­so­nal pue­den vol­ver a su vida coti­dia­na sin ser mole­sta­dos.