Gusanos de la harina

Infesta­ción a tra­vés de las pro­vi­sio­nes

Los esca­ra­ba­jos de la hari­na ponen sus hue­vos direc­ta­men­te en la hari­na, los copos de ave­na o el ali­men­to para ani­ma­les.

Intro­duc­ción ocul­ta

Las lar­vas de la hari­na entran invol­un­t­a­ria­men­te en la casa al com­prar pro­duc­tos infesta­dos en el super­mer­ca­do o en la tien­da de ani­ma­les.

Lar­ga dura­ción del des­ar­rol­lo

Las lar­vas pue­den des­ar­rol­lar­se sin ser detec­ta­das duran­te sema­nas o meses.

Luga­res de alma­cen­a­mi­en­to acce­si­bles

Los reci­pi­en­tes de alma­cen­a­mi­en­to abier­tos o mal cer­ra­dos favor­ecen la pro­pa­ga­ción.

Fal­ta de con­trol

Las inspeccio­nes irre­gu­la­res de las pro­vi­sio­nes per­mi­ten que las pob­la­cio­nes crez­can sin ser molesta­das.

Avist­ami­en­to de lar­vas

Lar­vas ama­ril­len­tas con aspec­to de gus­a­no que se arra­s­tran den­tro o alre­de­dor de las pro­vi­sio­nes.

Ali­ment­os apel­ma­zados

Pro­duc­tos de cerea­les pega­dos por tel­a­ra­ñas y excre­ment­os.

Peque­ños esca­ra­ba­jos

Esca­ra­ba­jos de la hari­na de color mar­rón oscu­ro, de 1 a 2 cm de tama­ño, como indi­cio de una pob­la­ción avanzada.

Cam­bio de olor

Olor a hume­dad en los reci­pi­en­tes de alma­cen­a­mi­en­to infesta­dos.

Huel­las de ali­ment­a­ción

Enva­ses mor­dis­que­a­dos o grie­tas con resi­du­os.

Arma­ri­os de coci­na

Espe­cial­men­te detrás de los reci­pi­en­tes de hari­na o comi­da.

Grie­tas en el sue­lo

Las peque­ñas grie­tas ent­re el sue­lo y los arma­ri­os ofre­cen escon­di­tes idea­les.

Alma­ce­nes de comi­da para ani­ma­les

Las pro­vi­sio­nes para mas­co­tas son un pun­to cali­en­te común.

Tras­te­ros

Esqui­nas desa­ten­di­das en despen­sas o alma­ce­nes.

Hue­cos en el emba­la­je

Ent­re cajas de car­tón o en enva­ses de ali­ment­os daña­dos.

Pérdi­da de ali­ment­os

Las pro­vi­sio­nes infesta­das no son comes­ti­bles y deben desechar­se.

Ries­go para la higie­ne

Los excre­ment­os y las tel­a­ra­ñas con­ta­mi­nan las super­fi­ci­es y las pro­vi­sio­nes.

Ries­go para la salud

En raras oca­sio­nes, las lar­vas del esca­ra­ba­jo de la hari­na pue­den trans­mit­ir enfer­me­da­des intesti­na­les, ya que pue­den ser por­ta­do­ras de una tenia. Las par­tí­cu­las de lar­va tam­bién pue­den desen­ca­de­nar reac­cio­nes alérgi­cas en per­so­nas con aler­gi­as a los crus­tá­ce­os, como erup­cio­nes cutá­ne­as o difi­cul­ta­des respi­ra­to­ri­as.  

Daño econó­mi­co

Nue­va adqui­si­ción de pro­vi­sio­nes, medi­das de lim­pie­za y, si es nece­sa­rio, con­trol de pla­g­as.

Con­tro­lar los ali­ment­os

Com­pro­bar si hay irre­gu­la­ri­d­a­des en las pro­vi­sio­nes al com­pra­r­las y alma­cen­ar­las.

Reci­pi­en­tes her­mé­ti­cos

Guar­dar la hari­na y com­pa­ñía en reci­pi­en­tes de vid­rio o plá­sti­co duro que se pued­an cer­rar bien.

Lim­pi­ar con regu­la­ri­dad

Lim­pi­ar regu­lar­men­te los arma­ri­os de la coci­na, las esqui­nas y las grie­tas.

Alma­cen­a­mi­en­to fres­co

Alma­ce­nar las pro­vi­sio­nes en un lugar fres­co, seco y pro­te­gi­do de la luz.

Bar­re­ras de olor

Las hojas de lau­rel o la lavan­da en los arma­ri­os de pro­vi­sio­nes tie­nen un efec­to disua­s­o­rio sob­re los esca­ra­ba­jos de la hari­na.

Desechar los ali­ment­os infesta­dos

Empa­que­tar todos los ali­ment­os afec­ta­dos de for­ma her­mé­ti­ca y desechar­los inme­dia­ta­men­te.

Lim­pie­za a fon­do

Lim­pi­ar a fon­do los arma­ri­os de la coci­na, las jun­tas y las grie­tas con agua cali­en­te.

Con­gelar

Con­gelar los ali­ment­os sospecho­sos duran­te al menos 72 horas para mat­ar las lar­vas y los hue­vos.

Agua con vin­a­g­re y fra­gan­ci­as

El agua con vin­a­g­re o las hojas de lau­rel pue­den uti­li­zar­se a cor­to pla­zo para disua­dir.

Con­trol de pla­g­as especí­fi­co

Las empre­sas espe­cia­lizadas uti­liz­an insec­ti­ci­das espe­cia­les que actúan especí­fi­ca­men­te con­tra las lar­vas de la hari­na y son segu­ros de usar.

Tra­ta­mi­en­to con vapor o aire cali­en­te

Los tra­ta­mi­ent­os térmi­cos en arma­ri­os o alma­ce­nes mat­an efi­caz­men­te las lar­vas de la hari­na y sus hue­vos.

Com­ple­ta­men­te lib­re de quí­mi­cos

Sin con­ta­mi­nación por sus­tanci­as noci­vas para per­so­nas, ani­ma­les o el medio ambi­en­te.

Con­trol inte­gral

Mata las lar­vas de la hari­na de for­ma fia­ble en cada eta­pa de des­ar­rol­lo.

Sua­ve con el inven­ta­rio

Los mueb­les y las despen­sas per­ma­necen int­ac­tos.

Efec­to rápi­do

Se pue­de uti­li­zar como medi­da agu­da, nor­mal­men­te en un solo tra­ta­mi­en­to.

Ide­al para zonas sen­si­bles

Per­fec­to para hoga­res con niños o per­so­nas alérgi­cas.