Aplicación del
Thermo-bug®

Desa­lo­jar y ase­gurar

Reti­re todos los obje­tos sen­si­bles al calor o vali­o­sos (por ejem­plo, ali­ment­os, medi­ca­ment­os, cos­mé­ti­cos, apa­ra­tos elec­tró­ni­cos, instru­ment­os musi­cal­es) de la habit­a­ción. Sepa­re un poco todos los mueb­les de la pared y colo­que el colchón ver­ti­cal­men­te en la habit­a­ción.

Apa­ra­tos eléc­tri­cos

Apa­gue todos los apa­ra­tos eléc­tri­cos y desenchu­fe los enchu­fes (tam­bién el frigorífico/congelador) para evi­tar daños en el com­pre­sor.

Pro­tección con­tra incen­di­os

Desac­ti­ve o pro­te­ja los detec­to­res de humo y los sis­te­mas de rocia­do­res en el área de uso para que el calor no los acti­ve invol­un­t­a­ria­men­te.

Sel­la­do

Sel­le todas las jun­tas abier­tas con el spray natu­ral con­tra pla­g­as Ther­mo-bug. Haga lo mis­mo con todos los enchu­fes e inter­rup­t­o­res de luz.

Colo­car los dis­po­si­tivos

Los téc­ni­cos colo­can los dis­po­si­tivos Ther­mo-bug® y, si es nece­sa­rio, ven­ti­la­do­res adi­cio­na­les en la habit­a­ción. Dos dis­po­si­tivos pue­den ase­gurar una dis­tri­bu­ción del calor espe­cial­men­te uni­for­me.

Calen­tar

La habit­a­ción se cali­en­ta a unos 55–60 °C (a veces has­ta 70 °C). Esto lle­va un tiem­po, depen­di­en­do del tama­ño de la habit­a­ción. Mien­tras tan­to, todas las per­so­nas aban­do­nan la habit­a­ción.

Super­vi­sar la tem­pe­ra­tura

Por lo gene­ral, los espe­cia­lis­tas miden la tem­pe­ra­tura en vari­os pun­tos para garan­ti­zar que se alcan­ce el calor nece­sa­rio en todas par­tes.

Enfri­ar

Des­pués de unas 24 horas, el tra­ta­mi­en­to sue­le haber ter­mi­na­do. A con­ti­nu­ación, se ret­i­ran los sel­la­dos y se abren las ven­ta­nas para ven­tilar. Importan­te: Los dis­po­si­tivos fun­cio­n­an duran­te unos 10 minu­tos más en modo de ven­ti­la­dor puro antes de apa­garse, para que se enfrí­en pro­te­gien­do los mate­ria­les.

Con­trol y lim­pie­za

Una vez que la habit­a­ción se haya enfria­do, debe revi­sar todos los mueb­les y obje­tos. Por lo gene­ral, todas las chin­ches han muer­to, ya que el tra­ta­mi­en­to térmi­co fue efi­caz en todas las grie­tas. En últi­ma ins­tancia, aún deben eli­mi­nar­se las pla­g­as muer­tas. Las medi­das adi­cio­na­les (por ejem­plo, vol­ver a lavar todos los tex­ti­les a 60 °C) pue­den con­tri­buir a la segu­ri­dad. En prin­ci­pio, se reco­mien­da una lim­pie­za a fon­do del mobi­lia­rio.

Libe­r­ación

La habit­a­ción se pue­de vol­ver a uti­li­zar inme­dia­ta­men­te. Dado que no se han uti­liz­ado venenos, no se requie­ren tiem­pos de espe­ra.