Ther­mo-bug^® basic 3.0: El mejor equi­po para com­ba­tir las chinches

Chin­ches: la pla­ga erra­di­ca­da hace tiem­po está de regreso.

Las chin­ches avan­zan a toda velo­ci­dad. Los pará­si­tos son más que una pla­ga moles­ta, tan­to para hote­les de lujo como para los alber­gues para la juven­tud y hoga­res pri­va­dos, y solo pue­de ser con­tro­la­da efi­caz­men­te por exper­tos espe­cial­men­te entre­na­dos con la tec­no­lo­gía más avanzada.

Ade­más del trans­por­te incons­cien­te de los pará­si­tos en el equi­pa­je y en el comer­cio trans­re­gio­nal de pro­duc­tos de segun­da mano, uno de los moti­vos del regre­so de esta pla­ga de pará­si­tos es

• la prohi­bi­ción del efec­ti­vo pes­ti­ci­da orga­no­clo­ra­do DDT.
• Resis­ten­cia de los pará­si­tos hema­tó­fa­gos con­tra los insec­ti­ci­das y las sus­tan­cias químicas

La intro­duc­ción del DDT (diclo­ro­di­fe­nil­tri­chlo­roe­tano) erra­di­có la pla­ga de pará­si­tos hace mucho tiem­po. Sobre la base de la com­pro­ba­ción de los efec­tos nega­ti­vos de este pro­duc­to en el ciclo ambien­tal y de las con­se­cuen­cias per­ju­di­cia­les para la salud huma­na, en la déca­da de 1970 se prohi­bió el insec­ti­ci­da en la mayo­ría de los paí­ses occi­den­ta­les indus­tria­li­za­dos. Según la Con­ven­ción de Esto­col­mo de 2004, en todo el mun­do solo se auto­ri­za el uso de DDT para com­ba­tir insec­tos que trans­mi­ten enfer­me­da­des gra­ves, por ejem­plo, la mala­ria o simi­la­res. Con la prohi­bi­ción del insec­ti­ci­da de uso uni­ver­sal, tam­bién recru­de­cie­ron la dise­mi­na­ción y la mul­ti­pli­ca­ción de chinches.